Grados de Dependencia: ¿Cuáles son y cómo se determinan?

Grados de dependencia

Grados de Dependencia: ¿Cuáles son y cómo se determinan?

La Ley de Dependencia determina las ayudas que recibe una persona dependiente tras determinar su grado de dependencia. Los grados de Dependencia definen la gravedad de las limitaciones que sufre una persona que tiene mermada su autonomía personal y sirven para calcular la indemnización del Sistema de Dependencia a la que tiene derecho.

En este post vamos a repasar cuáles son los grados de Dependencia y cómo se determina que una persona dependiente pertenece a uno u otro grado. El reconocimiento del grado de dependencia es clave para recibir ayudas públicas, pero también se tiene en cuenta al reclamar la cobertura de un seguro de dependencia.

Es decir, que una persona asegurada con una póliza de dependencia podrá usar las coberturas de su seguro en función del grado de dependencia que tenga reconocido. Para tu información, te recordamos qué coberturas ofrecen los seguros de dependencia.

 

El baremo de la Dependencia

Antes de entrar en los tipos de grados de dependencia, es importante señalar que existe un baremo para evaluar la autonomía personal de quien se ve incapacitado físicamente.

El baremo de la Dependencia es común a todo el Estado español, y con él se valora el grado de dependencia de quienes solicitan la condición de personas dependientes a la Administración Pública.

El Consejo Territorial de Servicios Sociales y del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia es el que acuerda los criterios comunes a todas las comunidades autónomas para que todas valoren a los dependientes de la misma forma. Es este organismo el que determina el baremo por el que se valoran las personas dependientes.

Sin embargo, son las comunidades autónomas las que determinan los criterios de valoración de la situación de dependencia de un individuo. Los organismos autonómicos responsables de la Dependencia son los que emiten un resultado sobre el grado de dependencia de cualquier persona que solicita ese reconocimiento, y especifica los cuidados que esta persona requiere.

Basándose en el baremo de la Dependencia, al valorar a una persona que quiere ver reconocida su dependencia se tienen en cuenta diversos aspectos:

  • Informes médicos.
  • Ortesis y prótesis que se le hayan prescrito.
  • Necesidades y ayudas técnicas que precise en su estado.
  • Entorno y circunstancias que rodean su vida y entrevista con el solicitante.

Además, es importante señalar que la valoración se realiza en el domicilio o residencia de la persona dependiente, con el fin de analizar dónde vive y evaluar cómo se desenvuelve realizando las actividades del día a día.

Con todo ello, se determina el grado de dependencia de una persona. Es un proceso largo y no exento de burocracia, aunque este post sobre cómo solicitar la situación de dependencia puede ayudar.

 

¿Cuáles son los grados que establece la Ley de Dependencia?

La Ley distingue entre tres grados de Dependencia, en función de la falta de autonomía personal que sufre una persona como consecuencia de los daños físicos o enfermedades que hayan desembocado en esa situación.

Cuanto más alto sea el grado de dependencia de una persona, más dependiente es y más ayuda precisa para desenvolverse y realizar tareas diarias.

 

Grado I de Dependencia Moderada

Una persona ve reconocida el Grado I de Dependencia Moderada cuando en su evaluación se determina que necesita ayuda para realizar varias actividades de su vida diaria al menos una vez al día.

También se concede la dependencia moderada a quienes tienen necesidad de un apoyo intermitente o limitado para su autonomía personal.

Se corresponde a una puntuación final del Baremo de Valoración de la Dependencia de 75 a 100 puntos.

 

Grado II de Dependencia Severa

Se les reconoce el Grado II de Dependencia Severa a las personas dependientes que necesitan ayuda para realizar varias actividades de la vida diaria, dos o tres veces al día.

Son personas que no pueden realizar varias tareas rutinarias, aunque no requieren del apoyo permanente de un cuidador y no se considera que precisen de apoyo extenso para su autonomía personal.

En el Baremo de la Dependencia, la determinación de una Dependencia Severa se corresponde con una puntuación final de 50 a 74 puntos.

 

Grado III de Gran Dependencia

El Grado III de Gran Dependencia es el máximo que contempla la Ley. Quienes tienen reconocida la Gran Dependencia se ven incapacitadas para realizar por sí mismas varias actividades del día a día y precisan de la ayuda de un cuidador varias veces al día.

Debido a la pérdida total de autonomía física, mental, intelectual o sensorial necesitan el apoyo indispensable y continuo de otra persona o precisa de apoyo generalizado para su autonomía personal.

En estos casos, el cuidador resulta imprescindible para realizar tareas esenciales como vestirse, asearse, desplazarse o comer.

Una persona con Gran Dependencia tiene una puntuación final del Baremo de Valoración de la Dependencia de 25 a 49 puntos.

 

¿Cómo influye el grado de dependencia en un seguro?

Algunas de las coberturas que se incluyen en los seguros que cubren la Dependencia dependen del grado que tenga reconocido el asegurado dependiente. Estas pólizas ofrecen indemnizaciones que ayudan a cubrir los gastos generados como consecuencia de la pérdida de autonomía física, en situaciones de Dependencia Severa y Gran Dependencia.

Recordemos que las prestaciones de Dependencia del Sistema Público no cubren la totalidad de los costes sanitarios, médicos o de cualquier otro tipo que requiere la atención de una persona dependiente. Esta es sólo una de las razones por las que merece la pena contratar un seguro de dependencia.

Si te preocupa el futuro y quieres proteger a los tuyos y a tu patrimonio ante una situación así, aquí puedes contratar un seguro de dependencia económico y con las mejores coberturas.

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