Diferencia entre Discapacidad, Incapacidad y Dependencia

Persona en silla de ruedas como ejemplo de discapacidad, invalidez y discapacidad

Diferencia entre Discapacidad, Incapacidad y Dependencia

A veces, el lenguaje nos juega malas pasadas y confundimos términos como Discapacidad, Incapacidad y Dependencia. Puede que estos términos nos suenen parecido y se utilicen de forma indiferenciada debido a que pueden ir vinculados, pero lo cierto es que se refieren a situaciones distintas en función del ámbito en el que los utilicemos.

Conocer las diferencias entre Discapacidad, Incapacidad y Dependencia es especialmente importante a la hora de solicitar ayudas y prestaciones sociales. Aunque lo más recomendable en estos casos es acudir a las oficinas de servicios sociales para recibir asesoramiento, este post pretende aclarar conceptos y señalar las diferencias que hay entre unos y otros.

 

¿Qué es la Discapacidad?

Hablamos de Discapacidad, cuando nos referimos a una persona que presenta una disminución de sus capacidades y se ve mermado a la hora de realizar ciertas actividades. Esta disminución puede reflejarse en una deficiencia física, mental, intelectual o sensorial y, a largo plazo, influye en la forma en que esta persona puede interactuar y relacionarse con la sociedad.

El término Discapacidad sustituye al de minusvalía, aunque aún hoy lo seguimos escuchando. Pero el lenguaje no deja de evolucionar y actualmente se prefiere hablar de personas con diversidad funcional para referirse a quienes presentan algún tipo de discapacidad.

 

Tipos de Discapacidad

Los tipos de Discapacidad pueden ser:

  • Motriz: se refiere a la pérdida o limitación para moverse en forma definitiva.
  • Visual: la pérdida de la vista o dificultad al ver con alguno de los ojos.
  • Mental: incluye la limitación del aprendizaje y en la capacitación de habilidades.
  • Auditiva: pérdida de la facultad de oír, en mayor o menor grado.

 

Definición de Incapacidad

La Incapacidad es un término legal que se utiliza describir la situación en la que se encuentra un trabajador que, por culpa de un accidente o de una enfermedad, ha quedado con secuelas que le impiden o dificultan gravemente la realización de sus tareas laborales.

Para que se reconozca una Incapacidad, deben darse una serie de requisitos, como que el trabajador se haya sometido a los tratamientos médicos y de rehabilitación que hayan prescrito los facultativos.

 

El reconocimiento de la pensión de incapacidad

La Seguridad Social es el organismo que valora la situación del trabajador que se ve incapacitado para trabajar, por mermas de tipo anatómico, psíquico, psicológico o funcional.

Según sea la gravedad de esta situación, el INSS concederá al trabajador el reconocimiento de la incapacidad y su correspondiente pensión, en uno de los siguientes grados:

  • Incapacidad permanente parcial para la profesión habitual.
  • Incapacidad permanente total para la profesión habitual.
  • Incapacidad permanente absoluta para todo tipo de trabajo.
  • Gran invalidez.

 

¿Y a qué se refiere el término Dependencia?

El término Dependencia es relativamente reciente y su definición la debemos buscar en Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia, más conocida por todos como la Ley de Dependencia.

El texto legal aclara que la Dependencia es una situación de carácter permanente en la que se encuentran personas que, por razones derivadas de la edad, la enfermedad o la discapacidad, y ligadas a la falta o la pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, precisan de la atención de otra u otras personas o ayudas importantes para realizar actividades básicas de la vida diaria.

Además, concreta que en personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental, ser dependiente es reflejo de la necesidad de otros apoyos para su autonomía personal.

 

Falta de autonomía personal y grados de Dependencia

Como vemos, lo que caracteriza a una persona dependiente es la falta de autonomía personal, ya que en su situación necesita de una tercera persona para la realización de las actividades de la vida diaria.

En las personas dependientes también se distinguen grados, según la gravedad de la situación de cada persona.

  • Grado I o Dependencia moderada, cuando esta persona necesita ayuda de forma intermitente o, al menos, una vez al día, para realizar actividades básicas de la vida diaria, como asearse, vestirse, comer, etc.
  • Grado II o Dependencia severa, se refiere a la situación en la que la persona dependiente precisa de una ayuda más directa, pero no el cuidado permanente.
  • Grado III o Gran Dependencia, como se denomina la situación de deterioro físico o mental de la persona que hace imprescindible el apoyo constante de un cuidador para realizar cualquier actividad del día a día.

El reconocimiento de la dependencia conlleva el derecho a prestaciones sociales, que deben solicitarse a la Administración Pública. Este post sobre cómo solicitar la Dependencia y esta información sobre los requisitos deben cumplir las personas dependientes te pueden aportar mucha más información sobre este asunto.

 

Conclusión: no es lo mismo Discapacidad, Incapacidad y Dependencia

Como conclusión, podemos afirmar que no nos referimos a lo mismo cuando hablamos de  Discapacidad, Incapacidad y Dependencia, aunque en la mayoría de ocasiones son situaciones que están relacionadas entre sí.

La Discapacidad tiene más que ver con las dificultades de integración social que tienen las personas con diversidad funcional, por la merma de facultades físicas o mentales.

En cambio, el concepto de Incapacidad está más relacionado con el ámbito laboral y tiene que ver con la capacidad o no de desempeñar un puesto de trabajo, tras las secuelas de un accidente o enfermedad.

Finalmente, la dependencia pone el foco en la disminución de la autonomía personal por razones de edad, la enfermedad o la discapacidad.

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